El bajo rendimiento académico es una problemática
alarmante que ha ocupado a muchos investigadores con el ánimo de poder explicar
este fenómeno. Llegar a descubrir los factores intra-escolares que originan esa
problemática ha suscitado una creciente preocupación ya que de esta situación
pueden asociarse a otros problemas como la exclusión, la marginación, la
desigualdad y la falta de equidad, entre otros, en niños y niñas. Algunas
investigaciones sobre el tema, plantean cómo el bajo rendimiento escolar es un
problema influenciado por una diversidad de elementos relacionados con las
dinámicas desarrolladas al interior de la escuela. Admitir, entre otros, que
factores como la violencia escolar generada tanto por estudiantes, como por
docentes ocasionan daño a niños y niñas, marcándolos negativamente causando
traumas en el comportamiento de los mismos. Esto es inadmisible en la educación
de esta época donde los cambios y transformaciones están a la orden del día.
Esta situación es inquietante debido a la trascendencia que representa en la
formación integral de los niños y las niñas ya que este problema queda guardado
en sus recuerdos y llega a convertirse en un fantasma que los acompañará
siempre y probablemente se interpondrá en muchos momentos de la vida impidiéndoles
un futuro exitoso y feliz. Como consecuencia del bajo rendimiento se originan
problemas de índole familiar como intolerancia, rechazo, negación, baja
autoestima, etc; en el ámbito escolar la no apropiación de conocimientos, no
adaptación, desmotivación, deserción, ausentismo, pérdida total de interés por
las cosas escolares, etc.; en lo social niños trabajadores, baja calidad de
vida, ausencia de valores, familias desintegradas, sentimientos de exclusión,
ausencia de futuro, problemáticas juveniles, etc. Es necesario “reconocer
que el rendimiento académico está afectado no sólo por la experiencia cotidiana
de los niños y las niñas en sus hogares, sino también por la intervención de la
escuela”. Bruner, considera que el papel del profesor es clave, más aún
si éste concibe la educación como una labor de guía, de tutoría, de
estructuración de situaciones y de relaciones como un esfuerzo por contribuir a
dar forma al desarrollo de niños y niñas; el cual es el resultado de los
procesos de interacción guiada en forma honesta y eficaz. La educación es para
este autor una forma de diálogo donde cobran valor la capacidad de comprensión
y la cultura misma del niño o niña. Otros aspectos a tener en cuenta son las
condiciones en que se brinde el conocimiento, las posibilidades de su
aplicabilidad, discernimiento, participación e imaginación que pueden llegar a
tener los niños y niñas. En sociedades como la venezolana, donde la educación
se ubica en un plano desfavorecido por el rubro dejado para su desarrollo, hace
más difícil la lucha contra la problemática social que aqueja a las clases
menos favorecidas. No se puede ignorar que la problemática sobre el rendimiento
académico afecta a las instituciones educativas, constituyéndose en una
realidad que requiere, para su abordaje, una investigación y reflexión
permanente, de manera que en su intervención, se puedan emprender propuestas
pertinentes y eficaces.
Alumnos:
Luis Herrera
Genesis Gamez
Francisco Osuna